Complejidad es lo que hay en nosotros,además de ignorancia,contrariedad e inseguridad. Somos seres complejos porque actuamos de tantas maneras diferentes cada uno,que conseguimos extrañarnos de nosotros mismos.
Todos buscamos desesperados un punto que conduzca a ese estado permanente que buscamos durante toda nuestra existencia,un desvío que nos lleve a todo lo que la humanidad desea:la felicidad.
¿Me podéis decir,por favor,qué es la felicidad? Ya sé que es una pregunta filosófica y que algunos pensaréis que estoy loca por preguntar eso,lo cual no me importa.
Felicidad. Es una palabra bonita y la relacionamos con el amor,el dinero,el cariño,el lujo,el éxito,el esfuerzo premiado,las sonrisas eternas y los "te adoro" interminables.
El caso es que el equilibrio emocional nos fastidia todo lo de la felicidad. O no.
¿Acaso alguno de vosotros se siente bien cuando consigue lo que quiere al instante,sin un poco de sufrimiento y de lágrimas vertidas? Yo no me sentiría bien si alguien me diera aquello a lo que aspiro gratis. Se necesita golpear paredes que desaparecen,gritar silenciosamente,patalear de forma imaginaria,maldecir sin mover la lengua y llorar agua de pena.
Cambiando de asunto. ¿Qué es el dolor,si no una parte del arte? Plotino afirmaba,según los inventos de la gente actual,o quién sabe,a lo mejor según los conocimientos transmitidos por este señor,que la belleza en sí,la idea de lo ideal,se consigue a partir del arte porque es el único hilo conductor que hace que tengamos la idea de cómo es una cosa. Es decir,la pintura,la música,la danza,el teatro,la interpretación en sí,es arte. ¿Cómo se siente una persona cuando entiende la ópera,la siente y la transmite a su mente? Llora de emoción. ¿Cómo actúa un ser humano cuando se halla en la butaca de un teatro y visualiza una obra en la que los personajes actúan de tal manera,que el vello de los brazos se te ponen de punta? O cuando baila alguna bailarina ballet y se desliza hacia arriba,en las puntas de los pies como si quisiera elevarse hacia el cielo,da forma a sus manos cual pájaro de las primaveras de los árboles en flor,entrecierra sus ojos,baja su cabeza y dobla su cuerpo carente de huesos, ¿cómo se siente uno?
Solamente las personas sensibles son las que consiguen captar esa emoción que transmiten los artistas de estos ejemplos.Y estas personas sensibles,por lo menos una cuarta parte,son las que más sufren. Sienten dolor en su pecho cada día y lo sienten también cuando observan estas emociones encarnadas. Es entonces cuando consiguen conocer por lo menos por fuera lo que es la esencia de la belleza.
A toda esta reflexión de adolescente de 17 años debo añadir la moraleja de todo esto,o como queráis llamarlo. Sin dolor no hay felicidad. Sin dolor no hay belleza ni razones para seguir buscando lo que es esto que estamos viviendo ahora mismo:la vida. Sin embargo,para no ser demasiado pesimista,diré que sin la felicidad tampoco podríamos vivir. El sufrimiento consigue algunas veces descifrar el código secreto de la felicidad. Ese momento que nos llena de fuerza invisible por dentro,aunque puede durar varios segundos o minutos,es real,y debemos enjaularlo en nuestra memoria y en nuestra alma para después,cuando tengamos una piel rugosa y unos ojos más sabios,podamos decir: Me alegro de haber pasado por el itinerario de la señora Tristeza,ya que ahora,junto a su recuerdo de dama malvada,puedo recordar también lo que me dio,aunque en una justa cantidad.Y eso es la felicidad.